.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.
Hay una celebración que se empalma con el aniversario de nuestra Constitución, misma que el viernes pasado cumplió 99 años; se trata del aniversario número 70 de la Monumental Plaza de Toros México.
Si bien miles de mexicanos esperan ansiosos el famoso “puente” de la primera semana de febrero y no saben qué se festeja, los taurinos esperamos ansiosos los carteles de aniversario desde el comienzo de la Temporada Grande.
La empresa del coso de Insurgentes ha construido una temporada mejor que muchas de las anteriores (especialmente la 2014-2015), sin embargo han dejado fuera a muchas caras que han hecho las cosas bien en la temporada pasada. Simplemente inexplicable.
Desde el mes de noviembre se anunciaron los carteles, especialmente el del 70 aniversario: el torero mejor pagado del mundo, José Tomás, en mano a mano con la figura mexicana del momento: el hidrocálido Joselito Adame. El día de muertos fueron puestos a la venta los boletos. En cuestión de horas de agotaron y comenzó la tradicional reventa ilegal. Hasta 147 mil pesos costaban los boletos para las barreras (que originalmente cuestan poco menos de mil pesos) y hasta 4 mil pesos los de general (la famosa gallopa).
Aún así, La México se llenó hasta el tope. No había un espacio vacío. Entre 44 mil y 48 mil personas abarrotaron la monumental; fue un festejo agridulce. Era el regreso de Tomás tras la corrida que lo convirtió en leyenda: aquella de hace 5 años en Aguascalientes donde estuvo a minutos de perder la vida.
Tomás estuvo bien, cortó una oreja. Con la mancha de que devolvió un toro y el que salió estaba peor. Joselito cortó dos apéndices en su último toro para ganar el mano a mano que marcó el inicio del 70 aniversario de La México.
En este festejo de aniversario se han presentado los triunfadores de la temporada grande y a aquellos matadores consentidos de la afición mexicana como Julián López “el Juli”, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, Eulalio López “Zotoluco”, José Tomás,Enrique Ponce, César Rincón, Manolo Martínez, Eloy Cavazos y muchos otros nombres de leyenda.
La México fue inaugurada el 5 de febrero de 1946 con el cartel compuesto por Luis Castro “El Soldado”, Manolete y Luis Procuna, que lidiaron toros de San Mateo.
La Plaza México se construyó gracias a la visión e impulso del empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón.
El proyecto original era construir la “Ciudad de los Deportes” que incluiría plaza de toros, estadio de fútbol, canchas de tenis y frontón, boliches, cines, restaurantes, arena de box y lucha, alberca, playa con olas, terreno para ferias y exposiciones. Pero de todo eso que sería, sólo alcanzó para construir la plaza y el estadio de fútbol que en la actualidad es la casa del Cruz Azul.
El ingeniero Modesto Rolland fue el responsable de la magna obra que se comenzó a construir el 1º de diciembre de 1944, en el lugar donde se ubicaba una ladrillera de la colonia Nochebuena que, en aquel tiempo, el lugar se encontraba en las afueras del Distrito Federal. La plaza es una colosal obra monolítica de hormigón armado y su ruedo se encuentra 20 metros por debajo de las calles adyacentes. Por fuera está rodeada por esculturas del español Alfredo Just.
La Monumental Plaza de Toros México, es la más grande del mundo teniendo capacidad para albergar a más de 40 mil personas y es, en el mundo taurino, una de las plazas más importantes, en las que todo torero desea triunfar, junto con la de Las Ventas en Madrid.
La Monumental ha sido testigo en más de siete décadas de vida, de grandes faenas, de fenomenales espectáculos, del nacimiento de grandes figuras y de terribles accidentes que son parte del riesgo de la fiesta brava.
Se recuerdan millones de anécdotas en 70 años de existencia, como aquel festejo del 50 aniversario.
Era 5 de febrero de 1996 y según crónica de aquel tiempo, “las absurdas faenas de Eloy Cavazos fueron premiadas con apéndices y los sorprendidos ante los absurdos aplausos eran Miguel Espinosa, «Joselito» y Enrique Ponce, quienes lidiaron bureles chicos de Mimiahuapan y Begoña”.
Cientos de nombres, miles de testigos, millones de olés, innumerables vueltas al ruedo y regalos al matador, han hecho de la plaza más grande del mundo, una fábrica de leyendas que aun persisten en el imaginario colectivo de la afición taurina de México y el mundo, que lucha contra la cobarde guerra que hacen pseudo animalistas y partidos políticos como el Partido Verde que con todo el oportunismo del mundo, promueven la pena de muerte en seres humanos y se desgarran las vestiduras “defendiendo” la vida de los animales mientras comen un suculento rib eye.
70 años se dicen fácil. Sangre, arena y gloria. También tristezas, decepciones y eso sí, siempre aplausos y gran ambiente hay en la Monumental Plaza México que luce más joven y vigorosa que nunca.
ULITMALETRA
Con mucho afecto, envío un saludo al cronista e historiador apasionado de la fiesta brava, quien consagró su vida al toro: mi querido amigo Alberto Contreras, el famoso “Ronco”. Un abrazo, señorón.