En Plan de Vuelo
Mucho se habla acerca de la violencia en contra de las mujeres, inclusive existen diversas dependencias tanto de la esfera gubernamental como privadas generadas con el fin de suministrar ayuda legal, medica, asistencial, entre otras, a las mujeres víctimas de violencia.
De antemano dejo claro que celebro la creación y operación de dichos centros para la mujer, sin embargo, es insoslayable mencionar el escaso por no decir nulo apoyo y consideración que se le da a los hombres violentados.
Nuestra idiosincrasia lamentablemente nos encamina a considerar que prácticamente las únicas que pueden padecerla son las féminas y que por lógica consecuencia, los generadores de la misma deben ser los varones.
Es motivo de hilaridad o de punzante incredulidad la mezcla de las palabras hombre víctima de violencia familiar, como lo refiero culpa en parte de nuestra cultura en la cual, nacimos, crecimos y respiramos frases como “ los hombres no lloran”; “ eres macho o gallina, aguantarse es de hombres; virtud de lo cual no concebimos la existencia de hombres maltratados.
Sin apartar las altos índices de violencia que existen en nuestro país en contra de las mujeres, empero, también se perpetra en contra de los varones, en este tenor y atendiendo a cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) en el año de 2015 se registraron 20,762 homicidios en el país, de los cuales 18,293 fueron de hombres y 2,383 de mujeres
Durante el Primer Congreso Continental de Teología Feminista, en la Universidad Iberoamericana, se estableció como una de las premisas que la sociedad observa la violencia entre y contra los hombres como algo normal.
La antropóloga y feminista, Marta Lamas, externó que: “cuando acontecen peleas entre hombres no se escandalizan con la misma intensidad que las efectuadas entre mujeres o en contra de una mujer, ya que ‘estamos inmersos en una cultura que dice que no hay que golpear a una mujer ni con el pétalo de una rosa. Entonces si alguien mata a una mujer es noticia y escándalo’. La violencia contra hombres está más naturalizada y no escandaliza como la ejercida de hombres contra las mujeres o mujeres contra mujeres”.
Decir que hay más hombres asesinados que mujeres no es boicotear la lucha contra los feminicidios, como algunos podrían interpretar. Hay que contrarrestar la muerte de los hombres y de las mujeres. No hay que acostumbrarnos a las muertes de los hombres”, afirmó el filósofo.
Contextualizar la posibilidad de que existan, como los hay, casos de hombres maltratados, en forma alguna implica infravalorar o desdeñar el esfuerzo y trabajo que realizan las organizaciones pro mujer, sin embargo, de meridiana importancia estimo que no puede pasar inadvertido los casos de violencia en contra de los varones, esperemos pues que en breve tenagamos como mínimo un centro de apoyo para hombres maltratados, aunque sea uno, no omitiré que en nuestro estado no existe uno solo, ni público ni privado.
Recientemente en Texas abrió sus puertas el centro de apoyo para hombres víctimas de la violencia doméstica, lo anterior gracias a las gestiones realizadas por la la organización «The Family Place» y en atención al aumento en los reportes por parte de hombres buscando apoyo ante casos de violencia domestica, dicha organización abrió en Dallas, Texas el primer albergue temporal y gratuito para proporcionar apoyo para los varones violentados
«The Family Place” es una organización que en principio, su creación estaba dirigida a otorgar refugio así como servicios legales y médicos a mujeres y niños que hayan sido víctimas de violencia doméstica.
Cabe mencionar que el primer refugio o albergue exclusivo para hombres víctimas de violencia doméstica en Estados Unidos abrió hace apenas dos años en Arkansas.
Aprovecho para externar mis felicitaciones a todos los padres en su día, a quienes por cierto y en aras de evitar las tan detestables discriminaciones, esperemos también en breve se les proporcione su día de asueto como acaece con el 10 de mayo, y doble felicitación a todos aquellos hombres en toda la extensión de la palabra quienes liberados de los estereotipos son para sus críos padre y madre y no obstante con ello también libran inexorables batallas en contra de una sociedad empecinada que se le complica aceptar que las funciones de madre pueden ser asumidas a cabalidad por un varón.
ESCALAS
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