EN PLAN DE VUELO

Por Fabiola Lara García

 

Recientemente la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) desplegó campaña de comunicación a efecto de alertar a los usuarios de las instituciones bancarias BANCOMER y BANAMEX, ya que se estaban presentando un alto número de situaciones casos de robo de identidad o phishing.

Esta situación varía únicamente por el modus operandi, no obstante coincide la institución bancaria ya que hace un año, CONDUSEF alertaba por alta presencia de casos de phishing, sin embargo la forma era a través de un correo electrónico simulando que provenía de a la institución bancaria BANCOMER, con el fin de que los usuarios cayeran en la trampa y proporcionaran sus datos personales por esta vía.

Se le denomina phishing a aquellas acciones desplegadas por estafadores cibernéticos quienes valiéndose de triquiñuelas, logran conseguir de sus víctimas  cierta información personal valiosa, como contraseñas o datos específicos tarjetas de crédito o diversos instrumentos bancarios, con el fin de obtener un lucro de ello.

El delincuente informático se hace pasar por un empleado del banco, y ya sea por vía de un correo bancario, como fue hace un año, ahora la novedad es interactuar vía telefónica con el usuario- víctima, para hacerle creer que la llamada es del propio banco y que este proporcione los datos necesarios para que el estafador pueda acceder a las cuentas bancarias de la víctima y disponer de su dinero a su amplio antojo.

Operan con una destreza tal que es verdaderamente díficil detectar que estamos en manos de un timador, ya que todo lo tiene fríamente calculado: la llamada haciéndose pasar por empleados del banco, cuenta música similar a la que escucha al llamar a la institución bancaria en cuestión, esto se concatena con un mensaje de texto o bien un correo con un link que me lleva a una página con una interfaz semejante a la del banco.

Según el titular de la CONDUSEF Mario Di Costanzo, las instituciones bancarias que reportan un mayor número de quejas, en el siguiente orden fueron: BBVA Bancomer, con 37% del total de las impugnaciones; Banamex, con 20%; Santanader, con 11%; HSBC e Inbursa, con 8.0 %, en cada caso; Scotiabank, con 3.0 %;

Asi mismo, Di Constanzo enfatizó que el origen de las quejas de los usuarios, un considerable número proviene de la banca móvil.

Recientemente, Di Constanzo experimentó en carne propia un intento de defraudación cibernética, irónicamente, el profesionista se disponía a recitar una plática precisamente acerca del phishing cuando su teléfono celular sonó y al atender se trataba de una presunta operadora de BBVA Bancomer, quien le manifestó que el motivo de la su llamada era para confirmar una compra realizada en una tienda departamental por la cantidad de 15 mil pesos y que si no había realizado tal compra, debía esperar la llegada de un mensaje de texto al aparato celular el cual contendría un hipervínculo que debía abrir en el supuesto que no hubiera efectuado dicha compra.

Con el vasto discernimiento que le da la experiencia de ser el titular de CONDUSEF, éste no se dejó sorprender y realizó exactamente lo que la mujer de la llamada le indicó, ingresó al vínculo que aparecía en el mensaje de texto que a los instantes de concluida la llamada ingresó a su teléfono, proporcionando datos incorrectos relacionados con el número de su tarjeta, el NIP, correo electrónico y contraseña; posteriormente al comunicarse con la institución bancara Bancomer, le confirmaron que no existía ninguna transacción bancaria de su cuenta a Palacio de Hierro.

Si bien, es claro que resulta competencia de la CONDUSEF alertar a la población respecto de estas prácticas fraudulentas, no obstante, estimo que las instituciones bancarias pecan de impasibles y no deben permanecer agazapadas ante estas situaciones, que lo único que provocan es la desconfianza de los usuarios, en el propio banco. Además, crece la renuencia a realizar movimientos bancarios de forma cibernética o telefónica.

Debería el banco que así como invierten tanto tiempo, recursos y  personal, con bastante paciencia por cierto, para durar horas convenciéndolo a uno de obtener una tarjeta de crédito, ¿Por qué no los ponen a contactarse con los usuarios para explicar en qué consiste el phishing y cómo evitarlo? Sobre todo aquellas instituciones con más nutrido número de impugnaciones, tal es el caso de Bancomer.

Me pregunto porqué no hay en las pantallas de los cajeros una efectiva infografía para alertar de esta práctica defraudadora.  Sería de más utilidad en vez de anuncios persuasivos para que tome un adelanto de mi sueldo o que acepte un préstamo. ¿Cómo no caer en la trampa de los estafadores? Si es continuo y reiterado el hostigamiento bancario (llamada, mensaje, folletos promocionales) para que uno adquiera algún producto bancario o simplemente se endeude, obviamente planteado con palabras sublimes.

Eso sí, para ofrecer préstamos, adelantos, en resumen deuda, lo ponen tan sencillo y al movimiento de un dedo; empero, a la hora del desconocimiento de las transacciones, se desvanece en un suspiro la accesibilidad y se convierte en un peregrinar para los usuarios, para que después de un considerable tiempo de espera, de vueltas y más vueltas al banco, la respuesta es “ponga su queja en la CONDUSEF”.

Así pues, ni el mismo jefe de la CONDUSEF se salva de los malandros informáticos, ¿qué le espera a uno simple mortal que carece de línea directa con los jefazos del banco que le confirmen ipso facto si se efectuó una transacción o no?

 

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