Ciudad de México.- El diestro español Ginés Marín tuvo una presentación afortunada en la Plaza México, escenario que también fue testigo de su confirmación de alternativa. Marín, saludó en el tercio a su primero, y con su lote dejó dos faenas de valor, con momentos de clase y calidad. Este sábado también marcó el regreso de la ganadería de José Julián Llaguno, que envío un encierro bien presentado, sin embargo, el juego fue poco para la tercia que también conformaron Arturo Saldívar y Juan Pablo Llaguno.
“Caballero”, número 16, de 530 kilos, fue el toro que abrió la tercera corrida de la Temporada Grande 2016-2017 “Pasión hecha a mano”, y con el que Marín confirmó su alternativa. El toro de José Julián Llaguno fue aplaudido de salida por su correcta presentación; con el capote, Marín toreó en cámara lenta por verónicas de buena ejecución, rematando de manera vistosa al soltar la punta del percal para después llevar por chicuelinas andantes al burel hasta la cabalgadura del picador Fermín Ortega. Su trasteo muleteril lo inició con estatuarios, y después plasmó muletazos con reposo y naturalidad. Estuvo certero en la suerte suprema y dio una vuelta al ruedo.
Con su segundo, el sexto del festejo, que llevó por nombre “Abuelo”, Marín de nueva cuenta destacó por sus buenas maneras con el capote, manejando con exquisitez las telas, para llegar dispuesto a la faena de muleta donde no encontró la colaboración del ejemplar de José Julián Llaguno que nunca se entregó. Se retiró tras su buena actuación entre las palmas del respetable.
Arturo Saldívar, con su primero, “Recuerdo”, número 1 y de 534 kilos, estuvo firme y variado con el capote, destacando en el quite por tafalleras. Con la muleta, Saldívar se encontró con un toro firme y con recorrido, pero de poca duración; el hidrocálido siempre estuvo firme y con las ideas claras, dejando la muleta en la cara para provocar las embestidas del toro, hilvanando muletazos de mucho peso por la diestra. Pinchazo y estocada para saludar con fuerza en el tercio. Con su segundo, el cuarto del festejo, Saldívar se estrelló con un toro que no humilló y que regateó las embestidas, destacando en todo momento la intención y el poder del torero hidrocálido que fue silenciado.
“Platero”, de 580 kilos, fue el primero del lote de Juan Pablo Llaguno, quien tuvo pocas opciones y con la muleta sólo dejó muletazos aislados, escuchando dos avisos y retirándose en medio de la división de opiniones del respetable. Su segundo, un toro áspero que no humilló, tampoco permitió a Llaguno la conjunción, dividiendo también las opiniones de la afición.