Por Fabiola Lara García
Por Fabiola Lara García

El pasado domingo, se conmemoró el Día internacional de la mujer, cuyos orígenes se encuentran en Rusia, ya que, durante la I Guerra Mundial, las mujeres de Rusia se declararon en huelga en demanda de «pan y paz», como parte de un movimiento global para lograr el sufragio universal

 

Nos ufanamos y celebramos del día internacional de la mujer y que no lo niego, efectivamente se ha avanzado bastante en la reducción de brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, no obstante queda mucho por hacer.

 

Según datos de la OCDE, las mujeres perciben 16% menos en su salario que los hombres. Por ejemplo, en Guatemala habrá que esperar 75 años para que se pueda alcanzar la igualdad salarial.

En el campo profesional, aunque se han ganado espacios, aún subsiste un claro desbalance en la presencia de las mujeres en puestos de decisión, tanto en el ámbito público como en el privado. Por ejemplo, en el mundo sólo 22% de las y los parlamentarios nacionales son mujeres y sólo hay 24 jefas de Estado o de Gobierno. En el ámbito empresarial sólo el 31% de los puestos de alta dirección son ocupados por mujeres y sólo 7% de los miembros de juntas directivas de las empresas mexicanas son mujeres.

Al respecto, me provoca asombro como se cumple lo aseverado por  Thomas Hobbes, el hombre es el lobo del hombre, ya hemos visto como a lo largo de la historia los derechos ganados por las féminas se han conseguido precisamente por la unión de las mismas, sin embargo, lamentable es que cuando una de nosotras asciende o le va bien, comiencen las críticas destructivas y sin fundamento, ejemplo de lo anterior es la reciente nominación de Carmen Salinas para diputada por la vía plurinominal.

 

Hubo comentarios de todo tipo en contra de tal acontecimiento, y me refiero a los emitidos por las propias mujeres, injusto es ya que Salinas es un ejemplo de lucha, de una mujer empresaria y que debido a su profesión de actriz le ha llevado a la interpretación de papeles un tanto alejados de “pedigree”. Buscamos reducir en la medida de lo posible las brechas de desiguldad entre hombres y mujeres, no obstante ello no será posible si no eliminamos prejuicios, fueron escasas las mujeres que salieron en defensa de los ataques a Salinas, ojo, yo no me refiero a la defensa del partido que la postula, yo hablo de la defensa que Carmen Salinas merece por las burlas y memes de que fue objeto debido a su profesión.

 

Como si el interpretar los papeles que le han asignado implicara que no es digna ni merecedora de ostentar una Curul, y no finjamos que hemos dejado llegar a verdadero lacras, con sendas “colas que les pisen”.

 

El caso de Carmen Salinas tampoco es el primero que acaece en Mexico, relativo a que alguien del mundo de la farándula ocupe un lugar en San Lazaro, tenemos a Ignacio López Tarso, JaimeFernández,   Silvia Pinal,  León Michel, Roberto Cantoral, Carlos Bracho, Irma Serrano, Maria Rojo, estas ultimas por el PRD, asi mismo tenemos también poetas como  Jaime Sabines Carlos Pellicer, o deportistas como Raúl Ratón Macías, Daniel Aceves,  Ernesto Canto y Ana Guevara.

Mujeres, no podemos exigir ni al estado ni en nuestra sociedad, un respeto que nosotras mismas no nos damos, considero que en este caso en particular de Carmen Salinas, el respeto y el beneficio de la duda debe ser exigido por todas las mujeres, todas aquellas que queremos que nos traten por igual, no importa la profesión u oficio que desempeñemos, y cito un ejemplo tan simplón, como me irrita que se haga realidad el refrán “como te ven te tratan”, justo no es, que en un establecimiento x,  traten de diferente manera a aquella que ostenta joyas y ropas de marca que a la que viste de forma austera y sencilla, pues lo mismo pasa con Salinas, porque nadie hizo escándalo, ni memes con Claudia Pavlovich, porque es una prestigiada y abogada sonorense, y Salinas es la corcholata?…. Considero que deberíamos censurar a aquellos que de verdad tienen un pasado turbio de corrupción, y no darles una segunda oportunidad como layin, pero tal parece que es peor ser actriz que ratero o pederasta.

 

Reitero que no estoy pidiendo que se defienda al Revolucionario Institucional, pido que se respete a Carmen Salinas como mujer y se le otorgue el beneficio de la duda de que pueda llegar a desempeñar un buen papel, que no se estigmatice ni prejuzgue por sus papeles desempeñados.

 

Comentarios: Fabiola@plandevuelo.mx

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