CUU.- Como cada semana nuestro experto en comunicación política Rafael Vargas Pasaye participó vía video llamada para Plan de Vuelo radio para analizar la crisis cervecera que vivió el estado de Chihuahua el pasado fin de semana.

La histeria colectiva en el estado fue derivada del anuncio relacionado a la suspensión de la producción y distribución de cerveza se debe a que, cuando se habla de que un bien va a carecer (sea o no consumido) la venta de ese bien tiende a subir de maneras exageradas ya que nadie quiere quedarse si él.

Para Vargas Pasaye, dos de las razones por las que se tomó la decisión de catalogar a la industria cervecera como no indispensable fueron:

  1. Inhibir las pequeñas reuniones entre amigos y familiares, sobre toso en este mes que se vienen el día de la madre y del maestro.
  2. Bajar la violencia familiar, que como se ha visto durante este aislamiento han aumentado los índices de violencia en contra de la mujer y de la niñez dentro de la casa, y el alcoholismo, se ha demostrado, está estrechamente ligado con este tipo de violencia.

En este marco de la prohibición de la venta de cerveza, debemos repensar y replantear las maneras de convivencia que se tiene, es decir, si no hay alcohol no se puede convivir.

Para finalizar, mencionó que esta prohibición no solo afecta a las grandes empresas cerveceras, también a toda la cadena productiva, desde agricultores, pequeños expendios y tienditas cuyo mayor ingreso es la venta de vinos y licores.

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