.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.
El cine es magia. Nos lleva a recorrer distintos lugares y épocas. Nos cuenta historias horribles, fantásticas, espectaculares. Hay amor, guerra, odio, avaricia y venganza. El cine encapsula todas las imágenes y sentimientos en una sola cinta. Simplemente es maravilloso.
Nuestro país tiene un grave problema en la materia. Las salas de cine en Chihuahua y en la mayor parte de México no hacen bien su trabajo. Es decir, se pasan por el arco del triunfo las disposiciones legales respecto a la clasificación de películas.
Me sorprende que las piadosas almas de la vela perpetua no hayan levantado la voz o los profesionales de la manifestación y el alboroto público no hayan organizado una marcha o manifestación. Resulta que en Chihuahua y otras partes del país, la clasificación que hace la Secretaría de Gobernación a las películas viene importando poco, pues si una película es clasificación “C” es muy común que a los padres de familia les importe poco y en su afán de ver la cinta, llevan a sus hijos muy menores de edad a que los acompañen, y peor aún, los empleados de Cinépolis o Cinemex, simplemente los dejen pasar, exponiendo a los niños a imágenes, vocabulario o situaciones que no pueden asimilar aún.
La ley federal de cinematografía en su artículo 25 explica los tipos de clasificación para las películas:
“ARTICULO 25.- Las películas se clasificarán de la siguiente manera:
I.- «AA»: Películas para todo público que tengan además atractivo infantil y sean comprensibles para niños menores de siete años de edad.
II.- «A»: Películas para todo público.
III.- «B»: Películas para adolescentes de doce años en adelante.
IV.- «C»: Películas para adultos de dieciocho años en adelante.
V.- «D»: Películas para adultos, con sexo explícito, lenguaje procaz, o alto grado de violencia.”
El mismo artículo continúa explicando: “Las clasificaciones «AA», «A» y «B» son de carácter informativo, y sólo las clasificaciones «C» y «D», debido a sus características, son de índole restrictiva, siendo obligación de los exhibidores negar la entrada a quienes no cubran la edad prevista en las fracciones anteriores.”
Entonces si hay una película clasificación “B”, como el caso de “Birdman” de Alejandro González Iñárritu, donde la crisis de un actor en decadencia que busca regresar por sus glorias, con lenguaje fuerte y situaciones complicadas, puede estar llena de niños que ni a adolescentes llegan porque como dicha clasificación es “solamente informativa” pues no hay restricción para que los niños entren y vean imágenes y escuchen vocabulario para que el aún no están aptos. Bonita ley, ¿no creen?
Pero no crea que nada más es culpa de la ley. Las exhibidoras como Cinépolis o Cinemex, privilegian el negocio que el cumplimiento de la ley. Cuando “El Infierno” de Luis Estrada fue estrenada, las salas estuvieron llenas…también de niños y no hubo nadie de los empleados de las exhibidoras que les prohibiera la entrada pues su clasificación es “C” y ahí la ley mandata negar la entrada a los menores de 18 años.
En caso no cumplir correctamente con la clasificación o de violar las disposiciones de dicha legislación, se estipulan las siguientes sanciones que “asustan” a exhibidores:
“I. Amonestación con apercibimiento;
- Clausura temporal o definitiva de los espacios o locales;
III. Multa de quinientos a cinco mil veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal a la fecha en que se cometa la infracción;
- Multa de cinco mil a quince mil veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal a la fecha en que se cometa la infracción, a quienes infrinjan los artículos 8o., 17, 19 segundo párrafo, 22 y 23 de esta Ley, y
- Retiro de las películas que se exhiban públicamente o se comercialicen en cualquier forma o medio, sin la autorización a que se refiere el artículo 24 de esta Ley.
En caso de reincidencia, se podrá imponer multa hasta por el doble del monto superior correspondiente.”
Peor aún es que las oficinas de la Secretaría de Gobernación en Chihuahua están en la pobreza total. Hay un delegado cobrando un jugoso cheque, es cierto, pero también tiene poco personal y su labor es política, el cumplimiento de la ley federal de cinematografía no es su prioridad, por ende, no es prioridad que sus hijos vean sexo explícito, groserías y otras bellezas para las que aún no están preparados para procesar.
Pero también la culpa es de usted, padre de familia. Que deja la eduación de sus hijos en su totalidad a la escuela y usted decide no hacer nada en casa, como checar qué ven sus hijos en la televisión o en el cine o peor aún llevarlos de compañía a una película que los va a aburrir pero que les va a confundir y las consecuencias usted las vivirá.
Y de los legisladores, diputados y senadores, qué decir. Es hora de que se reforme dicha ley para que existan mejores mecanismos de control y mayores sanciones, es decir, dientes afilados, en beneficio de todo México. Logrando que los niños y niñas de México cumplan con sus etapas de desarrollo físico y mental y vean lo que tengan que ver a su tiempo y madurez.
No es mochería, es una cuestión de educación que nos debene de preocupar y en la que se deberían involucrar todos los partidos, en especial el “de los profes”, Nueva Alianza. Pero, no podemos esperar nada de ellos, si en el Congreso del Estado no hacen nada por la eduación, mucho menos a nivel federal.
ULTIMALETRA
Un gran saludo a un asiduo lector de este espacio: El Ing. Jaime Herrera, secretario de hacienda del gobierno del estado.