EN PLAN DE VUELO

 

Por Fabiola Lara García
Por Fabiola Lara García

 

El origen etimológico de la palabra eutanasia lo encontramos en la raíz griega, cuyo significado es “bien morir”. Tema escabroso como polémico, que ha dado pie a muchas alusiones y objeto de múltiples obras de la literatura, desde la clásica como la contemporánea, tal como lo podemos apreciar, por citar un ejemplo, en  la obra de Homero, “La Odisea”: “Y entonces te llegará la muerte fuera del mar, una muerte muy suave que te consuma agotado bajo la suave vejez.”

El medico griego Hipócrates en su juramento prohíbe a los médicos la eutanasia activa y la ayuda para cometer suicidio, en los siguientes términos: “ A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin.”

Recientemente Bélgica se convirtió en el primer país en el mundo en practicar la eutanasia a un a un menor de edad con una enfermedad en fase terminal. La ley de eutanasia infantil se aprobó en ese país en febrero de 2014 y nunca se había aplicado hasta la pasada semana.

El profesor Wim Distelmans, presidente de la Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia de aquel país, al respecto manifestó, que este caso fue excepcional y lo muestra el hecho de que hayan pasado más de dos años y medio desde la aprobación de la ley para que se aplicara por primera vez la eutanasia a un menor de edad.

Bélgica y Holanda son los dos únicos países del mundo que tienen regulada la eutanasia infantil, pero mientras en Holanda sólo puede aplicarse a partir de los 12 años, en Bélgica no hay límite de edad. La legislación de 2014 que aprobó la eutanasia infantil es mucho más estricta que la de adultos. Los niños deben pedirla “reiteradamente” y debe contar con la autorización de los padres.

Además, debe pasar un examen psicológico que pruebe que tiene “capacidad de discernimiento”, que entiende la gravedad de su enfermedad y que comprende las consecuencias de la eutanasia. En Holanda no se estudia esa “capacidad de discernimiento” y la ley puede aplicarse a cualquier niño por encima de 12 años.

Mientras en los adultos puede aplicarse aunque no tengan una enfermedad terminal, la eutanasia infantil se restringe para aquellos chicos que tengan “sufrimientos físicos insoportables” y cuya muerte “sea inevitable a corto plazo”. La norma establece que no puede aplicarse por problemas psíquicos

Ya de por sí el concepto genera polémica y esto por el discutido derecho a la muerte, el que el aludido derecho sea extendido a los menores de edad y que sean ellos precisamente quienes tengan en sus manos la decisión de ejercerlo o no ha producido deliberación y protestas por grupos conservadores y religiosos quienes ponen en la palestra la incertidumbre de que un menor sea capaz de tomar una decisión tan difícil por sí mismo

Uno de los aspectos que fue más criticado en Bélgica en 2014 ( año de la reforma que contemplaba la eutanasia infantil), a pesar de que los sondeos decían que el 70% de la población aprobaba la extensión de la eutanasia a los menores de edad; la controversia fue dado que la ley no estableciera una edad mínima para aplicar la eutanasia.

En nuestro país fue en el año de 2008, cuando se aprobó una reforma a la Ley General de Salud , por virtud de la cual se permitía que los enfermos terminales accedieran a la eutanasia pasiva, lo que implicaba  que  un adulto enfermo terminal podía solicitar por escrito ante dos testigos que deseaba dejar de recibir un tratamiento que alargue su vida.

El objetivo de lo anterior es “ que los pacientes terminales tuviesen derecho a pedir la suspensión de su tratamiento», dijo el presidente de la Comisión de Salud, el entonces senador panista por Coahuila Ernesto Saro Boardman, al hablar a favor del dictamen. Y afirmó que todo tratamiento que pretenda prolongar inútilmente la vida del enfermo se conoce como «ensañamiento terapéutico»

Si bien es cierto, en nuestro país aún no se considera como materia para legislar la eutanasia infantil, es verdad que no es un tema que esté muy lejos de ser debatido, sobre todo ahora que nos ha dado por volvernos tan “open mind” y como todo lo que se prohíbe huele a discriminación, pues bien, no dudo que en breve se reforme en este sentido por parte de nuestros políticos.

ESCALAS

  1. Felicidades al Dr. Javier Contreras Orozco por haber obtenido el Premio México de Periodismo «Ricardo flores Magón» 2016. ¡Que sigan los éxitos!

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