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Chihuahua, Chih.- La plaza de toros «La Esperanza» lució con una nutrida asistencia para presenciar el retorno de los famosos caballos Domecq, tras 30 años de ausencia en tierra rarámuri.

Con una plaza que casi se llenó, el espectáculo presentó en el ruedo a 12 ejemplares de razas diversas y una síntesis de tradiciones que han dado identidad a México, teniendo como eje narrativo al equino.

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Las figuras centrales, además de los caballos, fueron bailarines, dos cantantes y los charros, quienes destacaron por su vestimenta, estilo de montar y suertes que se pudieron ver en el ruedo, como el tan llamativo floreo de reata.

La música se hizo presente con canciones mexicanas tradicionales y rancheras en voz de Ana Santamaría, oriunda de Chihuahua y estrella musical de la Alta Escuela Ecuestre Domecq.

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También los bailables tradicionales que interpretaron los bailarines del ballet folkóricos de la compañía: típicos pasos veracruzanos, jaliscienses y una espectacular representación dancística de Aguascalientes que incluyó gallos de pelea.

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El público asistente disfrutó de este espectáculo cuya única falla fue el deficiente sonido del coso chihuahuense.

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