EN PLAN DE VUELO

Por Fabiola Lara García

 

Hurgando en la obra: “Antología del Machismo Ilustrado” encontré estas frases externadas por  celebres escritores y filósofos:

 

  1. A) «La mujer no tendría el genio del adorno si no poseyera también el instinto de desempeñar el papel secundario. Todo en la mujer es un enigma, y todo en la mujer tiene una solución: se llama embarazo».

 

  1. B) «La mujer no necesita escritorio, tinta, papel ni plumas. Entre gente de buenas costumbres el único que debe escribir en la casa es el marido».

 

  1. C) “Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo».

 

  1. D) «Debéis retrasar lo más que os sea posible el momento en que vuestra mujer os pida un libro».

 

  1. E) «La vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse»,

 

Dichas frases fueron articuladas por los autores: Nietzsche, Moliere, Voltaire, Balzac y Dostoievsky, respectivamente.

 

Sostenía eruditamente el célebre filósofo ingles Thomas Hobbes: “el hombre es  malo por naturaleza impulsado por un perpetuo e incansable deseo de poder que cesa sólo con la muerte, los seres humanos  buscan su propio beneficio  aún en perjuicio de sus semejantes”, condensando su teoría en la divulgada frase “homo homini lupus  “ el hombre es un lobo para el hombre”
Resulta tan difícil e implica una abundante dosis de esfuerzo, dedicación y empeño el ganarse una buena reputación, un lugar, un espacio, en el escenario laboral mexicano, donde la “meritocracia” y un chiste de polo polo genera la misma hilaridad, lamentablemente, tal parece que estamos acostumbrados a que los puestos, sobre todo en la esfera gubernamental (tanto municipal, estatal y federal) se produce por amistad, favoritismo, compadrazgo, pago de favores, etc.

 

Las habladurías maliciosas desgraciadamente se incrementan exponencialmente tratándose del género femenino ya que en ese caso los chismes se encaminan, en su gran mayoría a que si tal persona consiguió un puesto, se debe a cuestiones de tipo sexual, sin reparar por un instante en el perjuicio que esas divulgaciones le generan a la persona en cuestión y así como su familia.

 

Según un estudio elaborado por El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) la discriminación a las mujeres en su fuente laboral representa el 73% de las quejas recibidas en dicha institución, ahora bien, en lo tocante a la discriminación que padecen las mujeres embarazadas se estima que representan una tercera parte del grueso total de las denuncias en dicho Consejo.

 

Según la definición de la Organización Internacional del Trabajo define la discriminación laboral como: “cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión, política, ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación incluyen tanto el acceso a los medios de formación profesional y la admisión en el empleo, como también las condiciones de trabajo”.

En tratándose de nuestro país, existen considerables indicadores de discriminación salarial que perjudican a las mujeres las que en ocasiones, llegan a percibir salarios hasta en un 37% más bajos que los varones

Si bien es verdad en las épocas de los filósofos aludidos en este texto, la mujer vivía en condiciones de rezago absoluto, sin embargo, actualmente aún existen cerebros revestidos de abundante estulticia que se les incrustó de forma permanente el chip del medievo, y que conste que en modo alguno he atribuido esta reprobable conducta al género masculino, ya que aunque parezca mentira, pero también he encontrado, mujeres que les resulta placentero y totalmente aceptable depender absolutamente del hombre ( aunque ello implique poner en riesgo a sus propios vástagos)

La mujer trabajadora y con aspiraciones profesionales se enfrenta no solo con el mezquino machismo y las reticencias culturales arraigadas desde tiempos inmemoriales,  (hasta Aristóteles era misógino),  y también con el propio rol social que le atribuyen desempeñar, si esta contrae matrimonio, lo socialmente aceptado es que sea esta quien se encargue del hogar, ya sea que contrate a alguien o lo realice las labores ella misma, y hablando del rol materno que, en principio, biológicamente desempeña. Si una mujer obra de forma distinta a la culturalmente descrita, es agredida y señalada como “mala madre o esposa”, adjetivos que son pronunciados no solo por los hombres.

La discriminación laboral a las mujeres no se erradica únicamente con la suscripción e instrumentos de índole internacional y con las correspondientes leyes secundarias en obediencia a los mismos, así como creación de institutos para la defensa de los derechos de las mujeres, considero que en nuestra esfera labora cada uno podemos aportar algo para en poco o en mucho ir extirpando el concepto machista que predomina en nuestra sociedad.

La capacidad y el talento no se incrementa o disminuye en proporción a los hijos concebidos.  Mujeres, no seamos las lobas de nuestro propio género.

 

ESCALAS

  1. Ante la polémica generada por mi artículo de la semana pasada sobre Sofía Niño de Rivera, en verdad agradezco todos los comentarios que me enviaron a fabiola@plandevuelo.mx y vía Facebook.com/plandevuelotv
  2. Sígame escuchando todos los lunes y miércoles a las 9PM en Plan de Vuelo Radio por Antena 102.5FM.

One Reply to “¡Hasta Aristóteles fue misógino!”

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