.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.

Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

 

 

Stanley Kubrick es un nombre muy de moda actualmente en el circuito de museos del mundo, ya que una extraordinaria exposición sobre su vida y obra, recorre todo el orbe y desde hace un par de meses, ha llegado a nuestro país. En la Cineteca Nacional, los fanáticos de Kubrick, encontramos todo un universo para disfrutar, honrar y recordar al gran cineasta neoyorquino.

 

Me dijo Don Alberto Contreras, que hay toreros que han hecho época con una o dos tardes en la Plaza México y entraron a la categoría de leyendas. Kubrick, en el cine, es como esos toreros a los que refiere Don Alberto: Con sólo 13 películas en su haber revolucionó y cimbró al mundo entero.

 

Como cada marzo, es tiempo de dejar a un lado el análisis político (que tanto irrita a muchos) para recordar que su gran enemigo, el tiempo, lo venció un 7 de marzo de 1999, en medio de gran expectativa por el estreno de lo que sería su primer película desde que estrenó “Full Metal Jacket” (Cara de Guerra) misma que se estrenó en 1987.

 

Su primer filme en 12 años, sería su último. Tras un rodaje largo que comenzó en 1996 con los protagonistas Tom Cruise y Nicole Kidman aún casados, “Ojos Bien Cerrados” fue su obra póstuma y no es una cinta sencilla de ver y entender. Muy a su estilo.

 

Pero, más allá de su filme póstumo y el gran legado filomgráfico que nos dejó como:

Espartaco (1960)

Lolita (1962)

Dr. Insólito (1964)

2001: Odisea del Espacio (1968)

Naranja Mecánica (1971)

Barry Lyndon (1975)

El Resplandor (1980)

Cara de Guerra (1987)

 

Desde que estrenó Naranja Mecánica, Kubrick decidió tomarse más tiempo entre cada proyecto nuevo: El desarrollo creativo de “2001: Odisea del Espacio” le requirió más tiempo que ninguno otro de sus filmes (hasta entonces): cuatro años.

 

Con Naranja Mecánica, fue un poco menos, sin embargo fueron tres años entre la odisea espacial y la gran crítica al ritmo de Beethoven, ambientada en Inglaterra. Tras esta cinta, Kubrick volvió a tardarse cuatro años en desarrollar un nuevo proyecto y posteriormente, cinco años y luego siete para que el lapso creativo más largo fuera el último: doce años.

 

En ese trayecto, contrario a los que muchos piensan, se quedó con las ganas de llevar a la pantalla varios proyectos.

 

A pesar de haber revolucionado la ciencia ficción, al humor negro, a historias polémicas de drama y pesada crítica social, de obsesión y sexo, de guerra y de terror, el gran Stanely Kubrick siempre se quedó con las ganas de filmar un western y de realizar una gran producción de época con total libertad, además de seguir explorando e innovando en la ciencia ficción con la tecnología digital que en los años noventa, estaba dejando a todos con la boca abierta.

 

Muchas veces pensamos, “y sí hubiera…”

 

A Kubrick le pasó y el tiempo le ganó.

 

Los biógrafos de Kubrick han reseñado mucho las enormes diferencias entre Kirk Douglas (productor) y Kubrick en el set de Espartaco. Este último sufría por la gran presión de los estudios y del productor/protagonista, quien no le dejaba tener el control absoluto del proyecto (como él lo quería).

 

Así, Kubrick trabajó por años en un guión basado en la vida de Napoleón Bonaparte. Obsesivo como era, investigó hasta el cansancio cada detalle de la vida y legado militar del histórico militar francés. Cerca del fin de los años 60 y al principio de 1970, Kubrick se entusiasmaba con el proyecto un día y al otro, se desilusionaba. Lo tenía concebido como un gran proyecto épico, que duraría cerca de tres horas.

 

Una producción de época de esas dimensiones, requería mucha inversión. Por lo que tras el desastre de un proyecto similar (Waterloo) en 1970, el proyecto de Napoleón se vio derrotado para siempre.

 

Así quedó, también, el gran proyecto épico sobre la Segunda Guerra Mundial (Aryan Papers), que se vio truncado por el estreno de La Lista de Schindler de su gran amigo Steven Spielberg, quien tras su muerte, filmó el otro gran proyecto inconcluso de ciencia ficción, Inteligencia Artificial, muchos piensan que como remordimiento por lo sucecido con Aryan Papers.

 

Así, el gran Kubrick, murió un 7 de marzo de 1999, quedándose con las ganas de haber realizado estas cintas.

 

ULTIMALETRA

Ayer cumplió un año más de vida el PRI. Frente a un escenario complicado, donde demostraron que tienen fuerza (y mucha) para recuperar terreno en el 2018.

luisruben@plandevuelo.mx

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *