En Plan de Vuelo
En días pasados Miguel Ángel Osorio Chong, actual Secretario de Gobernación acusó a Andrés Manuel López Obrador de lucrar políticamente con el tema de inseguridad y desarrollo en el país.
Tal afirmación obedece a que el tabasqueño realizó considerables señalamientos en relación con el operativo efectuado en Nayarit en el cual, la Marina y el Ejército se enfrentaron con criminales de alta peligrosidad, y en el que murió Juan Francisco Patrón Sánchez, líder del cártel de los Beltrán Leyva.
El contenido de las detracciones del actual presidente nacional de Morena, fue que en dicho operativo de seguridad, perdieron la vida menores de edad, afirmando que estos se habían unido al crimen organizado por falta de oportunidades.
Replicando al respecto Osorio Chong, dijo que: “las fuerzas federales se enfrentaron contra este grupo criminal quienes portaban armas de alto poder y que a su vez, también eran responsables de homicidios, secuestros, extorsiones y tráfico de drogas, quien afirme que estas personas se dedicaban a esas actividades por falta de oportunidades, estoy seguro que es porque trata de lucrar políticamente con un mal que ha lastimado a muchas familias. No se puede justificar la falta de oportunidades para cometer esos delitos”.
En este orden de ideas estimo, a mi modesto juicio, que ambos actores políticos detentan la mitad de la razón, efectivamente, resulta estéril explicación alguna sobre el detrimento social que ocasionan los grupos delictivos; así como rebosan los estudios técnicos respecto a la estrecha relación que guarda las precarias oportunidades de desarrollo académico y laboral con el índice de criminalidad, mas que obvio es que prácticamente van de la mano, y ello no es ninguna afirmación de tipo electorera o “apaña-votos”; sino que ha sido objeto de múltiples investigaciones y nos lo propias de nuestro país, este fenómeno de a menores oportunidades mayor índice de criminalidad se presenta en la mayoría de los países, si no es que en todos.
No obstante, y también incluso fue materia de artículos pasados de una servidora, relativo al tema.
Es insoslayable mencionar que muchos de los crímenes son cometidos precisamente por menores de edad por las consideraciones que nuestro marco legal mexicano les brinda, precisamente a razón de su edad, empero, no son unos niños ni tampoco desarrollan actividades de niños, sin embargo nuestra ley les permite ser juzgados como infantes.
Efectivamente considero que debemos asumir la responsabilidad que nos atañe, por su parte Osorio debe dar un poco de crédito a los hallazgos científicos que establecen los factores que elevan la criminalidad, como lo es la carencia de oportunidades y aceptar que dicho factor es real en este país; y por su parte AMLO, debe razonar sus manifestaciones y no pretender caer en el absurdo de victimizar a los victimarios, de por sí, ya bastantes contemplaciones les otorga la ley, y máxime que en su administración como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el índice de marginación, el Peje no logró corregirlo, ni tampoco elevar las cifras en materia de rezago poblacional o en índice delictivo.
De acuerdo con el Sistema de Seguridad Pública, durante el periodo en el que López Obrador estuvo al frente del gobierno del DF, éste ocupó el segundo lugar nacional con el mayor número de violaciones registradas ente las Agencias del Ministerio Público (entre 2000 y 2002), y a partir del año 2003, adquirió el vergonzoso tercer lugar. Así pues, con qué escrúpulo el Tabasqueño morenista pretende convertir a los villanos en impolutas palomitas, buscando maquillar o bien, justificar la criminalidad so pretexto de la falta de oportunidades, entonces le cuestionaría ¿acaso las violaciones cometidas durante su mandato, también son justificables bajo la premisa de falta de oportunidades? Temo que la vara con la que mediría no sería la misma con la que hoy mide lo acaecido en Nayarit.
ESCALAS
- Para muestra de alguien que no piensa lo que dice, ahí está Ricardo Monreal, brazo derecho de AMLO en la Ciudad de México.
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