Es triste pero muy cierto: los mexicanos tenemos una extraña fascinación con la humillación y el maltrato. Lo disfrutamos, gozamos y siempre queremos más. ¿No me cree?
Hágase el siguiente cuestionamiento: ¿Está satisfecho con la calidad, servicio y precio que le ofrece su proveedor de telefonía celular?
Le aseguro que la respuesta es no. Prácticamente, la mayoría de los mexicanos no estamos satisfechos con nuestro proveedor de servicios telefónicos móviles y no crea que lo digo, nada más como una aseveración ambigua, basada en alguna experiencia personal. Así lo revela la consultora Millward Brown en su reciente estudio titulado ,“Telecomunicaciones, crónica de un consumidor atrapado”.
La profesional investigación revela muchas cosas que ya sabemos, sentimos pero que sólo quedan en palabras quejosas que se lleva el viento.
Como muestra, nos revela que Telcel es la casi dueña absoluta del mercado con 66% del mismo, en contraste con Brasil, donde el operador con mayor presencia alcanza el 26. En Estados Unidos el máximo competidor lidera con el 32% del negocio y en el Reino Unido el líder logra muy apenas el 25%, es decir, en México tenemos que vencer la tendencia histórica del monopolio y no sólo en las leyes.
Nosotros como consumidores tenemos que levantar la voz y exigir más competencia y mejores servicios. La reforma en telecomunicaciones ha puesto condiciones para que ellos suceda y debemos de vencer el paradigma de “más vale malo por conocido que bueno por conocer”. Menos competencia en este rubro, nos garantiza la misma mala calidad de la señal y la lentísima velocidad de los datos hacia su teléfono inteligente.
La famosa consultora hizo entrevistas específicas sobre telecomunicaciones a 450 mexicanos, 80 de ellas a expertos del sector, quienes destacaron que la inversión en el país es poco redituable y la oferta pobre. Analice usted, los siguientes datos:
Las empresas mexicanas de telecomunicaciones invierten 50 centavos y los traducen en cuatro pesos. Comparado con Brasil, donde se invierten 30 centavos y se logran ocho; en Francia, 40 centavos resultan cinco pesos y en el Reino Unido, por cada tres centavos las telefónicas reportan cinco pesos ganados, nuestro país está muy rezagado y esto tiene que ver con la falta de competencia.
La evaluación a un producto concreto de Telmex realizada en este estudio contra uno similar de la francesa Orange, revela que el paquete de Telmex “Todo México sin límites” ofrece beneficios menores a lo esperado. El plan de Telmex cuesta mensualmente al usuario 999 pesos y ofrece dos servicios entre telefonía fija e Internet, larga distancia a Estados Unidos y una conexión de 10 Megabits por segundo (Mbps).
Mientras que el producto similar ofertado en Francia por Orange, ofrece un plan similar con telefonía fija, móvil, TV de paga, Internet, larga distancia fija en toda Europa y Asia, SMS libres en Europa y conexión web de 15 Mbps, entre otros servicios, por 1,721 pesos. Si Telmex pudiera ofrecer televisión de paga y un paquete similar, el precio sería de 1,998 pesos debido a las actuales condiciones del mercado.
Pero dejando de lado las comparaciones, contratar el paquete mencionado que la telefónica de Slim le ofrece, significa gastar el 52% del salario mínimo vigente en México, mientras que el de Orange representa el 8% del salario mínimo francés. Más escalofriante resulta que mientras el mexicano gasta el 35% del salario mínimo en telefonía celular, los brasileños gastan el 7% y los ingleses el 0.8% de su salario.
Y volviendo a la pregunta planteada al inicio, el estudio nos da una respuesta contundente: Ocho de cada diez mexicanos afirma que no recibe un servicio justo por lo que paga.
Además, hay poca transparencia por parte de las empresas de telecomunicaciones, al ofrecernos nula información o muy confusa, según el estudio: El 70% de los consumidores revisa su factura de servicios, pero un 80% no sabe por lo que paga. Un 18% “no tiene ni idea” de lo que paga por su servicio de telefonía celular, lo mismo ocurre con un 7% de Internet, 16% en telefonía fija y 23% también desconoce por lo que paga en TV restringida.
La calidad del servicio es una queja recurrente durante los años y no mejora. Cinco de cada diez mexicanos dicen tener problemas: 45% enfrenta continuas caídas del servicio de telefonía móvil, otro 40% reporta cobros indebidos; mala señal, un 60% y desconexión sin motivo, un 85 por ciento.
Y los consumidores estamos a merced del poderoso operador y la autoridad no nos respalda: 43% de los afectados está insatisfecho por la resolución del operador o de la autoridad tras interponer su queja. El 23% de las quejas presentadas en la Profeco tienen que ver con servicios de telecomunicaciones, por arriba de las interpuestas contra la banca. Cuatro de cada diez usuarios no se siente respaldado de la Profeco.
A pesar de la contundente información, sólo cuatro de cada diez usuarios estarían dispuestos a cambiar de compañía de servicios de telecomunicaciones.
En pocas palabras, a los mexicanos nos encanta pagar porque nos traten mal, cobren caro y con pésima calidad. Tenemos pavor al cambio. Preferimos quedarnos con el malo por conocido, que con la libertad de escoger al bueno por conocer, como resultado de años y años de cultura del monopolio que venimos arrastrando.
Es tiempo de dejar el masoquismo telefónico. Las reformas en telecomunicaciones, nos promete mejor servicio, mayor poder al consumidor y mejores precios producto de la competencia.
Esperemos sea una realidad que nos permita a los consumidores, tener el poder para levantar la voz, para exigir y abandonar el cómodo masoquismo telefónico.
Comentarios: fabiola@plandevuelo.mx
Una buena reflexión pero estamos en manos de las transnacionales rateras