EN PLAN DE VUELO

Como parte de las medidas que el Obama externó que desplegaría en respuesta a la presunta interferencia en la elección presidencial Rusa en las pasadas elecciones fue la consistente en la expulsión de 35 agentes y el cierre de instalaciones rusas en suelo norteamericano (en Nueva York y Maryland).
«He ordenado un número de acciones en respuesta al agresivo acoso del gobierno ruso sobre funcionarios estadounidenses y operaciones cibernéticas contra la elección estadounidense», señaló Obama según un comunicado de la Casa Blanca, prometiendo otras acciones para el futuro.
La CIA apenas llegó a la conclusión de que Rusia intervino en las elecciones de noviembre para ayudar al presidente electo Donald Trump a llegar a la Casa Blanca, y no sólo para minar la confianza en el sistema electoral estadounidense, dijo ayer viernes un funcionario de Washington.
Para nadie era un secreto que Trump y Putin sostenían si no una buena amistad, si una alianza, por más que ambos se esforzaran en negarlo y que actualmente el Presidente ruso califica de tonterías, las argumentaciones en el sentido de que Trump le debe el triunfo a Moscú.
Partiendo de que si alguno sabe de ciberguerra y ciberataques son los Estados Unidos, por ello en el año 2009, presentó un ente denominado U.S. Cyber Command, integrado por unos 6000 empleados, el que se encuentra en Fort Meade, Maryland, y tiene como misión evitar a toda costa un Pearl Harbor cibernético y que también recluta desde su sitio oficial http://arcyber.army.mi
La ciberguerra no es algo tan novedoso como podríamos imaginar, ya durante la Guerra Civil norteamericana abundaron quienes «hackeaban» el sistema telegráfico y difundían mensajes falsos.
En 1903, el mago inglés John Nevil Maskelyne llegó a avergonzar a Guglielmo Marconi en la Royal Institution de Londres al «hackear» la demostración de su novedoso telégrafo inalámbrico.
Para enero de 2010, Estados Unidos ya ciberatacaba, concretamente a Iran, con un virus informático denominado Stuxnet, considerado como la bomba atómica digital cuyo objetivo central era desestabilizar el programa nuclear iraní, dañando las centrifugadoras encargadas del enriquecimiento de uranio y eliminando la meta del presidente Mahmoud Ahmadinejad de desarrollar un arsenal con el cual doblegar a Israel y al mundo.
Esta fue pues la primera “ciberarma” que cruzó los límites entre el reino cibernético y el reino físico, así lo describe Alex Gibney, director del documental Zero Days. “Irán ni siquiera había contemplado la posibilidad. Al principio, sus ingenieros pensaron que habían metido la pata.»
Obama para bien o para mal, tiene los días contados como Presidente de Estados Unidos, y es precisamente ahora que está a punto de terminar su encargo, cuando anda más que decidido en descubrir las injerencias y proporcionar algún escarmiento a Rusia por su intromisión en las pasadas elecciones, lo cual es un tanto increíble e inútil, que hasta ahorita se vaya percatando de tales intromisiones, que hasta ahora ponga manos a la obra en castigarlas, cuando bien pudo detenerlas antes de la elección.
De sobra sabemos que si alguien sabe de ciberguerra es Estados Unidos, resulta incomprensible que a quince días de dejar su mandato declare que apenas le confirmaron la intromisión y que por ello tomará las medidas necesarias como la expulsión de funcionarios rusos, y cierre de centros de operaciones.
Acciones estériles para aparentar que no se quedó de brazos cruzados, nada más que patadas de ahogado, o parte del plan previamente negociado con los ahora ganadores del gobierno.
ESCALAS
- Este año que empieza, a pesar del turbulento inicio, espero sea de mucho éxito para todos y todas.
- Es lamentable que aprovechen el enojo colectivo para robar y saquear comercios.
- A todos nos duele el gasolinazo, pero no se vale poner en riesgo la vida de los demás.
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