En el gobierno: comunicar desde lo local

Espresso ComPol

En el gobierno: comunicar desde lo local

Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

La transición de la candidatura a gobernante en funciones es muchas veces, el paso más difícil de dar, especialmente en temas de comunicación política (ComPol). México vive una realidad de la ComPol en la que, desde que asumió el cargo, el presidente López Obrador es el amo y señor de la agenda, desde que amanece hasta que anochece. AMLO es un comunicador talentoso a quien, nadie de la oposición, le pelea la predominancia de la agenda mediática.

Obviamente, desde su mismo partido, nadie le va a competir por posicionar temas en la agenda mediática. Entonces, ¿qué alternativas tiene un gobernante de la oposición a MORENA? ¿Ninguna? ¿Debe de darse por vencido?

Para nada.

La agenda de López Obrador va dirigida a temas nacionales, globales y que muchas veces, no tienen relación directa con la realidad inmediata de las y los ciudadanos. Es decir, con su día a día. Ahí es donde viene una oportunidad de oro para alcaldes y alcaldesas, gobernadores y gobernadoras de partidos distintos al que gobierna en tierra azteca.

El instrumento de comunicación favorito (y bastante efectivo) es la famosa conferencia de prensa mañanera que AMLO brinda de lunes a viernes y que pone los temas que se comentan hasta que la siguiente “mañanera” los mata con escándalo y espectacularidad. Se puede estar de acuerdo con el mandatario mexicano o no, pero la eficacia de su ejercicio matutino de comunicación política requiere de mucha disciplina.

Por todo el país, hay alcaldes y alcaldesas que pueden imitar el ejercicio de López Obrador para su beneficio y robarle la agenda con temas más locales (que les competen) como servicios públicos, seguridad y obra pública en todas sus escalas.

Quienes encabezan gobiernos en presidencias municipales tienen una oportunidad que no tiene ningún titular del ejecutivo federal: la cercanía e inmediatez con la ciudadanía; lo que vale oro en la disputa de la agenda y posicionamiento de los temas.

El alcalde juarense Cruz Pérez Cuéllar ha establecido un instrumento de acercamiento con la prensa local, al igual que su líder López Obrador, pero de manera semanal. En el cual informa a los medios de comunicación los temas que, de acuerdo con su estrategia, busca posicionar.

El alcalde la capital chihuahuense Marco Bonilla, inició, mucho antes que Pérez Cuéllar, con una conferencia de prensa semanal al abrir semana, para posicionar un solo tema; dicho ejercicio semanal desapareció y, al parecer, configuran una nueva estrategia para posicionar temas de la capital de trabajo y resultados.

En el caso de la primera mujer en gobernar el estado de Chihuahua, Maru Campos, ha utilizado las entrevistas banqueteras, dos o hasta tres veces por semana, para posicionar temas de obra, finanzas y políticos. Justo hace unas semanas tomó las riendas de la comunicación un nuevo titular, que trabaja en una nueva estrategia con miras a posicionar a la gobernadora chihuahuense en el ámbito nacional.

En los tres casos mencionados líneas arriba, converge la difusión de diferentes encuestas, que presumen la buena calificación de los tres personajes. Con lo cual hay que ser sumamente cautos.

Para Maru Campos, es necesario posicionarse a nivel nacional (más allá de los intereses presidenciales) porque es la primera mujer gobernadora de un estado como Chihuahua, que para el Partido Acción Nacional representa mucho (así como a la historia política del siglo XX mexicano) y porque es la única panista que gobierna en el norte de México, quien llegó con una votación que la consolida como una gobernante muy fuerte.

¿Qué debe hacer Maru Campos para disputar espacios en la agenda mediática nacional? Pues, gobernar, hacer y comunicar triada mencionada hasta el cansancio por la célebre consultora política mexicana Gisela Rubach.

Gobernar con el rumbo que prometió en campaña; hacer que las obras y programas se conviertan en soluciones para sus gobernados y comunicarlo con estrategia y eficacia.

No hay mejor carta de presentación que el trabajo realizado. Pero, su difusión debe de ser con temas lo más locales (y focalizados) posibles para que sea ella quien controle la narrativa y tenga menor (o nula) injerencia, López Obrador, quien cada vez que puede borra de la agenda a gobernantes de estados que no gobierna su partido, como lo es Chihuahua.

Lo mismo aplica para Marco Bonilla en la capital de Chihuahua: tiene la ventaja de tener temas muy locales y cercanos a la cotidianeidad de las y los ciudadanos, en los que AMLO y sus representantes están marginados.

La situación es poco más compleja para el juarense Pérez Cuéllar. Quien, a pesar de ser alcalde por el partido oficial, no goza de la simpatía de quien representa al gobierno federal en Chihuahua (y derrotado por Maru Campos con abrumadora votación) y tiene que buscar posicionar sus temas sin competir con el presidente López Obrador.

La clave para los tres es focalizar sus temas (de acuerdo con su estrategia) en los temas locales, ahí donde otros actores políticos opositores pueden tener poca o nula participación.

Comunicar desde lo local, abre espacios en la agenda mediática nacional siempre y cuando se tenga disciplina y estrategia.

SHOT DE ESPRESSO

Los liderazgos actuales distan mucho de los que se tenían el siglo pasado. Hoy en día, nuestros gobernantes son un tipo de liderazgo totalmente distinto, que dista mucho de aquellos forjados en la época de la palabra (el auge del radio), que luego se volvió a transformar por la era visual que inauguró la televisión. Actualmente, vivimos los tiempos de la imagen sumado con el entretenimiento, intimidad e inmediatez, por lo que se les exige mucho más que en el pasado. Las y los gobernantes tienen el desafío de satisfacer las demandas ciudadanas que expresan niveles cada vez más altos de exigencia y además tienen que  enamorar y movilizar emotivamente a las y los ciudadanos, legitimando sus proyectos e iniciativas, y reafirmando esos respaldos electorales obtenidos en la campaña de forma constante.