CUU.- Como cada semana, el consultor en comunicación política Rafael Vargas Pasaye, participó, desde Nayarit, en Plan de Vuelo radio, en esta ocasión se sumó a la mesa de análisis y debate Chihuahua Habla para analizar la persecución desatada contra los videojuegos por el gobernador de Coahuila Miguel Riquelme y la legisladora local del estado de Chihuahua Ana Elizabeth Chávez Mata tras la tragedia del Instituto Cervantes en Torreón, Coahuila.
El mandatario coahuilense culpó inicialmente a los videojuegos en la primera rueda de prensa que dió, el día del lamentable suceso. La legisladora chihuahuense presentó una iniciativa en el congreso local para prohibir los videojuegos “violentos”.
“Es una gran irresponsabilidad por parte de las autoridades que quieran responsabilizar a los videojuegos con respecto al incidente en el Colegio Cervantes en Torreón. Es necesario preguntarse ¿qué hacen las familias tradicionales y no tradicionales (compuestas por tíos, abuelos, medios hermanos) con sus hijos? Esto en el sentido de la comunicación y la atención que debe haber entre ambas partes”, destacó Vargas Pasaye.
Agregó que no se debe de perder de vista que la escuela es una institución secundaria ya que su papel es meramente formativo y busca ser una especie de guía para los niños y jóvenes. Su función no es inculcar valores, ideologías, comportamientos, costumbres como lo puede llegar a ser la familia.
“El papel que deben de tomar las autoridades no es el de generar leyes, reformas o reglamentos, si no diseñar programas y estrategias que garanticen y generen un ambiente de respeto y armonía entre los habitantes de la ciudad.Los videojuegos son un escape para aquellos que los juegan; es un mundo alterno en el que se viven momentos de adrenalina, tal como cuando un portero tapa un penal, o se anota un gol en una cancha de futbol. Es un momento de éxtasis que permite liberar el estrés que genera la rutina, pero éste no afecta la vida cotidiana de la persona”, detalló.
Para finalizar comentó que no todos los videojuegos tienen una temática bélica, existen algunos que incluso están diseñados para estimular la coordinación motriz de los niños, y otros que buscan controlar o disminuir padecimientos como la depresión o la ansiedad.