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Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez
Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Nuestro vecino estado de Coahuila está triste. Son muchos, pero muchos los coahuilenses que veían un mejor gobierno en su tierra, en contraste con el anterior Moreira que gobernó.

 

Armando Guadiana es un hombre reconocido en el mundo taurino nacional como ganadero de toros de lidia y poderoso empresario en Coahuila, que alguna vez militara en el Partido Revolucionario Institucional, hoy se ha convertido en un feroz crítico de la dupla Moreira que se heredó el poder.

 

Pero no sólo eso. Guadiana anunció que (animado por el caso Bronco en Nuevo León) buscará postularse como candidato independiente al gobierno de su estado, para arrebatarle el poder a los Moreira.

 

Dicha declaración y posteriores acciones, hicieron que se levantaran las antenas en Saltillo y comenzó a planearse la venganza: Pegarle duro a Guadiana, donde más le duela: la fiesta brava, esa pasión que hizo negocio.

 

Pues, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira confeccionó de su puño y letra una mordaz reforma la ley de protección y trato digno de animales, para prohibir las corridas de toros en aquel estado, donde ¡hasta las tientas están prohibidas!

 

Borrar del mapa cualquier vestigio taurino para acabar con las ambiciones políticas de Guadiana, al mero estilo de un dictador, es la receta de Moreira y que se lleve a la fregada los miles de empleos del círculo productivo y lícito de la fiesta.

 

Afectar a miles de familias por un pleito personal. Usar el poder para afectar a miles de taurinos. Es un círculo muy grande el que se afecta en Coahuila, tierra de grandes ganaderías y plazas: Empresarios, toreros, ganaderos, subalternos, vendedores, rastros, carnicerías, médicos, bancos, carpinteros, pintores, impresores, músicos, escultores, abogados, publicistas, transportes, restaurantes, bares, cerveceros, productores de vino, líneas aéreas, apoderados, fotógrafos, taquilleros y una larga lista que se verán afectados en esta cadena productiva que el señor Moreira destruye por un berrinche, una venganza personal.

 

Contrasta con el apoyo que tanto su hermano como él, dieron para el Museo de la Cultura Taurina que está en Saltillo. Este Museo se creó como un espacio dedicado al toreo en sus diversos aspectos culturales. Cualquiera pensaría que este museo desaparecería de inmediato, porque, según Moreira, fomenta la violencia. Pues continuará funcionando. ¿Hay congruencia en esto?

 

Además, resulta por demás extraño que, el gobernador Moreira, tan compasivo con los toros de lidia y de la dignidad de éstos, es uno de los principales promotores de la despenalización absoluta del aborto en el estado que gobierna como feudo. Existe una iniciativa enviada al Congreso en la materia, también de su puño y letra.

 

¡Que alguien me explique! ¿Dónde está la congruencia? ¿Compasivo con los toros y propone que sin más se mate a los bebés no nacidos?

 

La verdad, el señor Moreira ha perdido la razón o quizás nunca tuvo.

 

#SiALosTorosEnCoahuila

 

ULTIMALETRA

Felicito por su cumpleaños al Dr. Javier Contreras Orozco, ¡que siga la vida dándole éxitos y bendiciones!

luisruben@plandevuelo.mx

Twitter: @fruslero

3 Replies to “Toros no; aborto sí por Luis Rubén Maldonado Alvídrez”

  1. Y que esperas de los gobiernos totalitarios, donde la soberbia y la impunidad son el estado cotidiano, no solo de ese estado de muchos en este país.

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