Ciudad de México.- La quinta corrida de la Temporada Grande de la Plaza México 2016-2017 “Pasión hecha a mano”, tuvo como protagonista al diestro Octavio García “El Payo”, quien tras una faena de pasajes de calidad, verdad, y pureza, consiguió cortar una oreja al toro de nombre “Caporal”, de la ganadería de “San Isidro”. El queretano se impuso de esta manera en el mano a mano con el torero francés Sebastián Castella, que también dejó pasajes de mucha calidad, destacando lo realizado al tercero de su lote con el que saludó en el tercio.
“Santito”, de 523 kilos, fue el toro que abrió plaza y con el que Sebastián Castella buscó el lucimiento con el capote. Castella comenzó con pases por alto a pies juntos, dando inicio a la estructura de una faena de poder ante un ejemplar de poco lucimiento de San Isidro. Por el izquierdo, ante un toro de poca acometida, buscó robar muletazos de poderío. El oficio de Castella terminó por imponerse, ligando series por naturales de mucho calado. Mató al segundo viaje y escuchó palmas.
Ante su segundo, pocas fueron las opciones pese al esfuerzo de Castella que con su tercero, “Gabano”, de 540 kilos, comenzó a torear por bajo, y por la diestra encontró la potabilidad del toro al que llevó largo y templado, ligando una serie que acompañó con un cambio de mano para después torear a profundidad por naturales. El toro se fue a menos pero no así la firmeza de Castella que buscó extraerle hasta el último muletazo. Falló con la espada y se llevó fuerte palmas.
Por su parte, Octavio García, con su primero, “Tío Mario”, de 490 kilos, toreó con cadencia con el capote para rematar de manera pinturera con una media verónica. El toro muy justo de fuerza pero con un fondo de nobleza permitió a “Payo” torear con reposo para ligar una serie con cuatro derechazos de nota que remató vació con el pase de pecho. Al toro no lo forzó, y por el izquierdo también prodigó el toreo de clase, acompasado, y acompañado los trazos con la cintura. Mató al segundo viaje para saludar en el tercio.
Con su segundo, “Mexicano”, volvió a brillar el pundonor de Payo que tuvo un toro de menos lucimiento, también estuvo firme y decidido, aquí escuchó un aviso y fue silenciado.
A “Caporal”, de 534 kilos, el tercero de su lote, “Payo” tuvo un buen saludo capotero, y con la muleta plasmó una faena con muletazos muy bajos como prólogo a lo que vendría después. Por pitón derecho hilvanó el toreo de reposo, pulso, temple, y autenticidad con el toro de San Isidro. Poco a poco se fue gestando una obra derechista, con muletazos sentidos y plagados de la pureza en el toreo del queretano que también por el izquierdo estuvo fino y asentado. Toreó en redondo, y firmó un trincherazo que evocó el olé profundo. Mató de certera estocada y cortó una oreja a pesar de la fuerte petición que se tuvo de un segundo trofeo.