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El pasado 1 de febero llegué puntual a la cita en Simpson College, ubicado en Indianola, Iowa. Bernie Sanders había convocado a un gran evento de campaña con estudiantes de esa institución previo a los Caucus de Iowa, en los que pintaba como el gran favorito. El demócrata de 78 años irrumpió en el escenario como toda una estrella, el ritmo lo ponían los aplausos y los gritos entusiastas.
Entre la euforia de bienvenida, destacaron algunos personajes que estaban presentes en el auditorio, entre ellos Kira Wedin, quien viajó con sus propios recursos desde Ohio para escuchar a Sanders, único legislador estadounidense en activo abiertamente socialista.
Kira venía con tres amigos más y me platicó todas sus peripecias para llegar desde Ohio y lo mucho que significaba para ella, poder asistir, escuchar y apoyar a Bernie: “es una manera de agradecerle todo lo que ha hecho por nosotras; él logro poner en la agenda los derechos de los que debemos gozar y que constantemente se nos niegan, además de nuestra problemática”, me comentó entre pausas de los oradores abridores como Ilhan Omar, primera congresista estadounidense abiertamente musulmana en ser electa.
Con muchísimo vigor y energía en sus palabras, Sanders enunciaba cada una de sus causas y agradecía a un movimiento social de base que lo había impulsado por una segunda oportunidad en convertirse en el candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos.
A pesar de su edad, Sanders es el demócrata que aglutina al voto juvenil demócrata en su gran mayoría y demostró músculo con cada recaudación que solicitaba, en las que su base de donadores alcanzó más de 2 millones de personas.
Una de las razones por las que Sanders atrae el voto de los jóvenes es su agenda: el nuevo pacto verde (referente al cambio climático), sistema de salud universal gratuito para todos, cancelación de los carísimos créditos universitarios, la lucha contra los billonarios, reconocimiento de derechos a los migrantes y a las minorías.
Kira se levantaba en cada pausa que hacía Bernie. Gritaba, aplaudía y lloraba: “haré todo lo posible para que sea presidente”, confesó Kira eufórica, cuando hizo referencia a los derechos de personas de las minorías de la diversidad sexual LGBT.
Hace unos días y ante la imposibilidad de continuar su campaña por la contigencia por el coronavirus, Sanders anunció que suspendía su campaña. Días después hizo una videollamada con Joe Biden, para ofrecerle su apoyo. El cual sin duda va a necesitar, pues Biden representa al sector demócrata más conservador y Sanders al radicalmente liberal.

La unidad demócrata es la posibilidad de derrotar a Trump. Es decir, si el rico conservador de Nueva York decide borrar sus telarañas mentales contra Sanders y votar de la misma forma que Kira Wedin, mujer transexual de Ohio.
ULTIMALETRA
Mientras el coronavirus ataca a México, el prejidente se compra un estadio de beisbol de 500 millones de pesos. La única política de AMLO contra el COVID es la indolencia.