.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.
La última charla que tuve con mi abuelo tenía que ver con política. Como casi todas. La política le apasionaba aunque le hubiera dado unos mayúsculos sinsabores en su vida. Era sin duda, su deporte favorito, además de un gran consumidor de información que le permitía analizar la realidad de su querido Chihuahua y de su amado México.
Estaba consternado desde el 5 de junio por el desmoronamiento de su partido, el PRI, por el cual alcanzó a ejercer su voto. Vio con tristeza como los apetitos personales, las traiciones, la falta de ideología pero especialmente la nula vocación de servicio y de humilidad para escuhar (según su parecer) llevaron al PRI a una debacle que jamás pensó ver.
Ramiro Alvídrez Frías acompañó a Fernando Baeza Meléndez en el gabinete que le tocó entregarle el poder a Francisco Barrio en la primera derrota que tuvo el PRI en las contiendas por la gubernatura. Ocupó lo que ahora es la dirección de vialidad y que en ese entonces se llamaba inspección general de tránsito.
Fue un chihuahuense institucional quien declaró el 28 de julio de 1992 a El Heraldo de Chihuahua que, “estamos preparados para entregar Tránsito: tenemos estudios elaborados que pondremos a disposición de la nueva administraciónsi así nos lo piden; en estos seis años he percibido que a Tránsito se le achacan casi todos los males y no se le reconoceninguna virtud, pese a que en materia de Educación Vial somos de los primeros estados en el país…”
Y así lo hizo en octubre de 1992. Entregó una dependencia en la que dejó un legado, amigos y el respeto, incluso, de los mismos panistas que le recibieron.
Al término de su encargo con Fernando Baeza, dedicó todos sus esfuerzos a colaborar en la reconstrucción del derrotado PRI, junto con otros tantos chihuahuenses como Artemio Iglesias cuando muy pocos pensaban que se podía hacer algo en el novato derrotado.
Él creía en las causas más perdidas y ponía todo su empeño para que se volvieran causas ganables. Tenía convicciones sólidas y una envidiable vocación de servicio. Le gustaba ayudar en silencio.
Así que era común en cada visita, que la política fuera el tema.
Y volviendo a la estrepitosa derrota del PRI con Enrique Serrano, su preocupación era ver a algunos de sus amigos y compañeros militantes, apoyar a otros partidos sólo porque no pudieron ser candidatos sus hijos o nietos o simplemente porque ya no estaban en la nómina oficial.
Vivió la famosa “cacería de brujas” del gobierno de Francisco Barrio, que llevó a muchos burócratas a punto de la jubilación, al desempleo; sólo por “oler o parecer priistas”. Y, en su opinión, esperaba que con el actual gobernador fuera a ser mucho peor, dadas sus expresiones públicas en contra del priismo en todas sus modalidades.
“Para Corral todos los priistas son el diablo, pecadores, corruptos y ladrones. Es un cuate con un idea muy simplista y limitada de la función pública. Corral generaliza con todos: los malos son los priistas y los periodistas y si piensas distinto eres su enemigo. Corral no entiende que no todos los priistas somos como él piensa y eso habla de que tampoco entiende que la política es para construir…”, me dijo mi abuelo Ramiro como parte de la última plática que tuvimos.
La ideal final de aquella charla quedaba en la esperanza de que el priismo se uniera y le demostrara lo contrario al inquisidor de los priistas, hoy convertido en gobernador.
Ramiro Alvídrez Frías es prueba fehaciente de un priista honesto, leal, comprometido con su comunidad e impulsor de la educación e industrialización de nuestra ciudad, que reconocen hasta sus los compañeros de partido y de alianzas del gobernador Corral.
El viernes pasado se me desgarró el alma con la noticia de su partida.
Pero es un orgullo haber recibido tanto de él. Tantas enseñanzas, anécdotas, viajes y conciencia social para pensar en colectivo. Las tantas muestras de cariño hacia él, dejan de manifiesto que su hueco será dificilísimo de llenar, en su partido y en la sociedad en general que reconoce su labor altruista, empresarial y política.
Descanse en paz, abuelo. Lo voy a extrañar muchísimo.
ULTIMALETRA
Ojalá el gobernador rectifique su discurso, porque medir con el mismo rasero a buenos y malos, sólo genera encono. Al menos yo espero de él, mesura, tolerancia y que sea un líder que sepa unirnos, no dividirnos.