.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.
Y luego los diputados se cuestionan porqué están en el último lugar de credibilidad para la ciudadanía. Esta semana tuvimos un ejemplo clarísimo de que en nuestro congreso local tenemos a verdaderos mentirosos ocupando las curules.
Tal es el caso de Eloy García Tarín, diputado que representa al electorado del antiguo distrito 16 y en teoría todavía priísta.
Pues este diputado que sucedió a Ricardo Boone en el cargo, simplemente ha utilizado su posición en el congreso para defender a su líder y se olvidó totalmente de la gente que lo eligió.
Desde su curul sólo se dedicó a justificar la tragedia del Aeroshow, minimizándolo a una falaz persecución política, producto de algunos delirios y paranoia. Para eso ha utilizado la tribuna, para nada más.
Por eso resulta totalmente increíble que ahora se convierta en el promotor de eliminar las fotomultas.
Si yo fuera Lucía Chavira, le diría: ¡No me ayudes, compadre!
El hecho de haberla convencido (porque me queda claro que a ella no le convencía tal acción) es un error estratégico mayor previo a la precampaña e incluso podría considerarse por sus opositores como un acto anticipado de campaña.
La idea de García Tarín de recibir de manos de Lucía Chavira, una iniciativa para eliminar las fotomultas, pues pierde toda credibilidad por la mensajera y el receptor: ambos con una unión política muy sólida, que no la hizo creíble.
Si Eloy quería ayudarle a su comadre, amiga y ahora cabeza del proyecto político de su aún grupo priísta, hubiera ideado una estrategia más inteligente. Como, por ejemplo, que la iniciativa la hubieran trabajado durante estos días de silencio y que hubieran sido personajes sociales de reconocida trayectoria quienes elaborarán y entregaran la iniciativa, sustentándola con verdadera investigación.
Pero la fiebre electorera siempre es traicionera y lo que, para García Tarín, era una gran idea, terminó en un gran fiasco que se olvidó pronto y no tuvo impacto alguno en la opinión pública y, además, exhibió innecesariamente, a un buen cuadro priísta como lo es Lucía Chavira Acosta.
Ahora que García Tarín orquestó este juego legislativo para ganar reflectores, vale la pena recordar que él levantó la mano para aprobar las fotomultas, que en el momento que comenzó la polémica por su aplicación, simplemente guardó un cómodo silencio, porque andaba ocupado peleando contra los molinos de viento.
Pero con todo el cinismo del mundo, declaró en la máxima tribuna de nuestro estado: “Nosotros dimos vida el 2 de octubre de 2015 a las fotomultas y cuando aprobamos adiciones a la ley, cometimos errores de fondo y tenemos que asumirlo porque si no, más adelante será más vergonzante…”, ahora resulta que quien se considera un brillante abogado y estudiante prodigio de la facultad de derecho, tardó seis meses en darse cuenta de su error. Resulta que seis meses después, lo despertó la luz divina para revelarle que las fotomultas eran inconstitucionales.
No pretendo esconder el hecho de que las cámaras de las fotomultas estuvieron robándose la luz, al igual que los semáforos. Eso es reprobable y la empresa debe ser castigada y no sólo eso: se debe investigar a funcionarios de la CFE que se hicieron de la vista gorda y deslindar responsabilidades.
Pero mientras, Eloy le hace el trabajo sucio a otro rival de Lucía Chavira: Óscar Castrejón, candidato de MORENA a la alcaldía.
ULTIMALETRA
Ojalá los diputados “muy interesados” en el tema deportivo, en verdad hicieran su chamba y no sólo hagan declaraciones estridentes en tiempos de crisis. Hasta parece que disfrutan la crisis para poder salir a gritar, protestar y lucirse. O quizás ese sea su modus operandi.