
A propósito del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica, constituido desde su origen como un organismo descentralizado del Estado Mexicano surge la polémica sobre lo que conveniente que resulta para el gobierno mexicano tener en propiedad una casa editorial, valdría la pena entonces hacer un poco de historia para situar el contexto en el cual nace y se desarrolla este pilar cultural en México.
El Fondo de Cultura Económica es la editorial más importante de México y una de las más importantes de Iberoamérica. Fundada en 1934 por Daniel Cosío Villegas, la idea básica era proveer bibliografía en español a los estudiantes de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, posteriormente extendió su labor editorial a otros ámbitos que hoy abarcan desde la literatura infantil hasta libros de divulgación científica.
A partir de 1939 la casa editorial enriquece y nutre el ambiente cultural nacional ya que empezó a recibir bajo sus filas a editores, formadores y correctores, todos refugiados del exilio republicano que llegaron al final de la guerra civil española, además contrato a bastantes traductores españoles del inglés y el francés. Hoy en día el fondo cuenta con subsidiarias localizadas en Bogotá, Buenos Aires, Caracas, Guatemala, Lima, Madrid, San Diego, Santiago de Chile y Sao Paulo, así como varias ciudades de México.
En sus 80 años de historia el Fondo de Cultura Económica ha sido participe y protagonista de la historia cultural y literaria de México e Hispanoamérica a través de sus editores, autores y traductores. Entre los que han protagonizado la historia del Fondo se encuentran personajes como Alfonso Reyes, Juan Rulfo, Juan José Arreola, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Carlos Pellicer, Raymundo Lida, José Gorostiza y Alí Chumacero entre otros.
De este acervo tan rico en todas las áreas del conocimiento destacan colecciones con obras de Norberto Bobbio, Michel Foucalt y Jorge Luis Borges, una colección popular en formato de bolsillo a un precio más accesible con títulos como: El llano en llamas, El laberinto de la soledad, Los de abajo y El Diosero, sin olvidar autores de letras mexicanas tales como: Salvador Elizondo, Rosario Castellanos, Alfonso Reyes, Octavio Paz o Sor Juana Inés de la Cruz
Se anuncia que los tres propósitos básicos del festejo del 80 aniversario del Fondo son: poner al día algunas obras y colecciones esenciales de su catálogo histórico, lanzar libros que refuercen la presencia editorial de la casa y explorar las nuevas modalidades de comunicación con los jóvenes lectores, según datos de la propia casa editorial el Fondo de Cultura Económica produce alrededor de tres libros al día entre novedades y reimpresiones en todos los formatos; lo que equivaldría a una cifrade 700 títulos impresos al año y 300 digitales y se espera que para el 2014 imprimir un millón 750 mil ejemplares.
Como parte de esta celebración ya se planea la redición de títulos clásicos del siglo pasado pero con introducciones de académicos actuales, esto con la finalidad de conectar con nuevas generaciones de lectores. Entre esos, volúmenes de autores como Max Weber y Karl Marx con su Economía Política, en poesía con autores como Octavio Paz y Efraín Huerta y sobre el centenario de José Revueltas un volumen de 15 ensayos sobre el escritor duranguense de académicos mexicanos, latinoamericanos y estadounidenses.
A 80 años de su creación, surge entonces la pregunta ¿Es necesaria todavía una editorial subsidiada por el gobierno mexicano? No sería necesaria si viviéramos en un mundo ideal en donde todos tuviéramos acceso a los libros de calidad y la tecnología estuviera al alcance de todos los ciudadanos y donde los jóvenes escritores tuvieran la posibilidad de publicar sus trabajos. La dura realidad es que estamos muy lejos de ese mundo ideal y al contrario de ese paraíso que soñamos lo que predomina en el mercado son los grandes conglomerados editoriales pendientes solo de los cálculos y las ganancias comerciales tiranos de las novedades editoriales concentradas en pocas manos.
Difícil y arduo el proceso de edición donde se mezclan los gustos y rigores del intelectual, los detalles prácticos del artesano, los ánimos del comerciante. Gracias al editor, los libros dialogan con el lector pero también con los otros libros y nos preguntamos con sinceridad ¿Qué editorial comercial apostaría su tiempo y dinero poniendo en circulación y dándole voz y espacio a jóvenes escritores si es mejor negocio un libro sobre “como volverse millonario en 10 días”?
Gran trabajo el realiza el Fondo de Cultura Económica, dando voz a nuevos autores y rescatando los clásicos que nunca pierden vigencia, a nivel estatal cabe mencionar el trabajo editorial que realizan la Universidad Autónoma de Chihuahua y la Autónoma de Ciudad Juárez dando oportunidad a nuevas creaciones científicas y culturales de autores locales. Larga vida y años por venir a las editoriales como esta.