Por Lic. Bernardo Cerdeira Cobos
Por Lic. Bernardo Cerdeira Cobos

Pudo haber sido un mero canje de prisioneros, como los que episódicamente se daban en la guerra fría. Aunque algo de eso hubo, lo trascendente fueron los mensajes públicos de Obama y de Raúl Castro el mismo día anunciando una nueva política estadounidense hacia Cuba.

En esta reconciliación entre ambas naciones se reconoce a un personaje ilustre y reconocido a nivel mundial, donde fue factor de subsanar la política anterior y establecer el vínculo de la comunicación entre Obama y castro, me refiero al Papa Francisco que ha tenido un papel central. (Francisco envió una carta a Obama y a Castro en la que les urgía a resolver la detención de los presos en ambos países acto que serviría de conciliación entre la isla y la casa blanca).

Eran varias las señales visibles del deshielo. Luego de conocerse la semana pasada que Castro asistiría a la Cumbre de las Américas en Panamá (abril) y la previsible presencia en ella de Obama y los demás jefes de Estado de América, se daba una señal. Pero quedaban en el camino obstáculos grandes como el embargo de más de 50 años, el mantenimiento de Cuba en la lista de países que “promueven el terrorismo” y la falta de relaciones diplomáticas para poder manejar asuntos de interés común.

Pero del mensaje de Obama se desprende la decisión de hacer pleno uso de sus facultades ejecutivas para ampliar el comercio, el flujo de información y el funcionamiento de bancos estadounidenses en la isla. No tiene facultades legales para acabar con el embargo, pero sí puede flexibilizarlo al máximo.

La rentabilidad política cero del embargo. No sólo el New York Times o el Economist, sino altas esferas políticas y empresariales estadounidenses venían planteando un cambio.

Una encuesta nacional del Atlantic Council a principios de este año comprobó que el 56% de los encuestados favorecía mejorar las relaciones con Cuba lo que aumenta al 60% cuando respondían residentes latinos en Florida.

Barack Obama anunció el inicio de conversaciones con la isla para restablecer las relaciones diplomáticas, rotas hace 53 años, y para abrir una embajada en La Habana. Washington facilitará los viajes y el comercio.

Un acto que represento entre ambas naciones un gesto de solidaridad y de hacer las paces fue el intercambio de presos políticos , la Casa Blanca anunció que Cuba liberaba a Alan Gross, un contratista norteamericano preso en La Habana desde 2009, y a un misterioso espía de nacionalidad cubana, que trabajaba para EE UU y llevaba casi veinte años preso. A cambio, Washington liberó a tres espías cubanos que llevaban más de una década detenidos en suelo norteamericano.

 

Esto marco a la historia entre cuba y estados unidos, donde después de varias negociaciones llegaron de las laticas a los hechos, respetando sus acuerdos y con las medidas realizadas por cada nación es muestra clara de que Obama y castro son hombres cabales y que cumplen su palabra.

 

Para las empresas y el comercio norteamericano, por su lado, se abre un espacio por el que venían pugnando, cito el proyecto de Mariel lo que convertirá en el principal puerto frente a las costas estadounidenses y el único en la zona capaz de recibir los enormes buques post-panamax que pasarán por el nuevo canal de Panamá.

 

En la isla La liberalización de reglas para salir del país o que una bloguera de oposición, como Yoani Sánchez, siga actuando desde La Habana, no hubiera ocurrido hace cinco años. Difícil ir para atrás en estos asuntos. Para ampliar la democracia y los derechos humanos el camino es más el apoyo a las buenas causas. La principal responsabilidad, en todo caso, es y será la del pueblo cubano mismo.

Obama será recordado en la historia por restablecer el dialogo y relación con cuba, y por otros como los avances notables con China en cambio climático y la reforma migratoria, será recordado como uno de los grandes ocupantes de la Casa Blanca.

Raúl castro será recordado como el mandatario que a diferencia de su hermano Fidel castro, logra negociar con la máxima potencia mundial y arreglar sus diferencias.

Por lo tanto la sociedad aplaude este acto que favorece a ambos, esto es un acto de madures política y social.

 

Por su atención muchas gracias.

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